¿Por qué aparece la fimosis?
En la infancia suele ser fisiológica, es decir, normal y parte del desarrollo. Sin embargo, cuando continúa en etapas posteriores puede deberse a:
- Falta de elasticidad en la piel del prepucio.
- Infecciones repetidas.
- Inflamación crónica.
- Cicatrices por pequeños desgarros, producidas por retracciones forzadas.
¿Cuáles son los síntomas de la fimosis?
Dolor o molestias
La dificultad para retraer el prepucio puede generar dolor durante la higiene, la erección o las relaciones sexuales.
Higiene complicada
Cuando el prepucio no puede retirarse, es más difícil limpiar correctamente el glande, lo que aumenta el riesgo de irritación y mal olor.
Infecciones frecuentes
La acumulación de esmegma y la dificultad de limpieza favorecen:
- Balanitis (inflamación del glande).
- Postitis (inflamación del prepucio).
- Balanopostitis (ambas).
Parafimosis
Una complicación seria: ocurre cuando el prepucio queda atrapado detrás del glande y no puede volver a su posición natural, produciendo hinchazón y dolor. Requiere atención médica inmediata.
Problemas durante la actividad sexual
Puede causar incomodidad, pequeñas lesiones o incluso sangrado durante la relación sexual debido a la falta de elasticidad de la piel.
¿Cómo se puede tratar la fimosis?
El tratamiento depende de la edad y la severidad:
- Cremas con corticoides prescritas por un profesional, para dar elasticidad a la piel.
- Ejercicios suaves de estiramiento supervisados siempre por nuestros médicos.
- Cirugía como la circuncisión o técnicas quirúrgicas menos invasivas en casos persistentes.
Cuándo consultar a un profesional
Si la fimosis causa dolor, infecciones recurrentes o afecta la vida cotidiana, es importante acudir a un especialista en urología. La atención temprana evita complicaciones y facilita un tratamiento sencillo y eficaz.
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