La salud y el bienestar íntimo forman parte esencial de la calidad de vida de la mujer. No solo se relacionan con la función reproductiva, sino también con el equilibrio físico, emocional y social. Factores como el parto, los cambios hormonales, el envejecimiento o simplemente la búsqueda de armonía corporal pueden influir en cómo una mujer percibe y experimenta su zona íntima.