La vasectomía es una intervención cuyo fin es conseguir la esterilización masculina. Consiste en cortar los dos conductos deferentes, estos son los tubos que transportan los espermatozoides desde los testículos hasta el pene. Cuando se cierran los conductos el esperma no sale en la eyaculación impidiendo así el embarazo.

No afecta de ninguna manera la vida sexual. Se siguen teniendo las mismas erecciones y eyaculaciones que antes de la cirugía. No altera la producción de espermatozoides, solamente impide que se expulsen con el semen. Los testículos siguen produciendo espermatozoides pero al no existir ninguna vía de salida mueren y el propio organismo los elimina.

El hecho de haber realizado una vasectomía no afecta en absoluto el deseo sexual puesto que las hormonas se siguen produciendo en los testículos y pasan directamente a la sangre.

Es una intervención ambulatoria, se realiza con anestesia local y como norma general suele durar entre 20 y 30 minutos.

Contamos con diferentes métodos para realizar la vasectomía. El tradicional en el que se realiza una incisión a cada lado del escroto para tener acceso a casa conducto y bloquearlo, y el método sin incisión o más conocido como vasectomía sin bisturí. En este no se corta la piel del escroto, se realiza una pequeña perforación  para tener acceso a ambos conductos, luego, estos se ligan, cauterizan o bloquean, no se necesitan puntos de suturas y no hay marcas de cicatrización. El método sin bisturí  reduce el sangrado y disminuye las posibilidades de tener infecciones, contusiones u otros tipos de complicaciones,

Existe un procedimeinto quirúrgico denominado Vasovasostomía mediante el que se pueden reconectar los conductos deferentes y permitir así de nuevo el paso de espermatozoides al semen a través de ellos. Por lo tanto la vasectomía puede ser reversible, sin embargo, debe considerarse como un método permanente, puesto que los métodos quirúrgicos actuales para restablecer la fertilidad son costosos, difíciles de realizar y tienen una tasa baja de éxito.

Es un procedimiento bastante económico teniendo en cuenta que la esterilización femenina es más complicada y costosa.

Estudios realizados demuestran que tiene una alta tasa de éxito, alcanzando un 99% de efectividad en la prevención de un embarazo no deseado, siendo esta una de las principales ventajas de este método.

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