Con los votos a favor del Partido Popular, Unió y For Asturias, el congreso de los Diputados ha aprobado la reforma parcial de la regulación sobre el aborto, con el voto en contra del resto de los grupos parlamentarios.

Tras esta votación, la proposición de ley deberá votarse en el Senado para completar su tramitación, y si el texto aprobado no sufre cambios -esa es la intención del PP- no deberá volver al Congreso para su refrendo, por lo que la reforma estaría lista para su publicación en el BOE, a finales de septiembre.

La modificación exigirá obligatoriamente el consentimiento paterno a las chicas de 16 y 17 años que quieran abortar (actualmente sólo exige que informen a sus padres sobre su intención de abortar ). En caso de discrepancia, la joven deberá acudir a un juez para que medie en el conflicto.

Los detractores der la reforma argumenta que la mayoría de las chicas de esa edad ya abortan con el consentimiento de los padres, y la minoría que no comunica a sus padres su intención de abortar son aquéllas a las que la ley actual les exime de informar a sus padres, como es el caso de violencia familiar, amenazas y coacciones de los padres o desamparo. Se trata, por tanto de una minoría de jóvenes muy vulnerables, que quedarían en situación de desamparo, y que no acudirían a los juzgados para pedir el amparo de los jueces, sino que se someterían a abortos clandestinos e inseguros, poniendo en riesgo su salud.